El viernes 13 de junio de este año, 2025, tuve por fin en mis manos un ejemplar de un libro que había comenzado a escribir cinco años antes, durante aquel periodo de confinamiento forzoso de la primavera de 2020. Publicado en Chequia por la editorial Trigon, lleva por título Nueva Asamblea de Filósofos. Esa misma casa editorial y librería edita la revista Logos, con la que he venido colaborando con diversos artículos desde hace más de veinte años, primero con su fundador y entonces director, el escritor, poeta y estudioso del hermetismo Vladislav Zadrobílek, fallecido el 11 de diciembre de 2010, y posteriormente con su hija Zuzana. Este libro nunca se habría publicado sin el decidido apoyo de ella, pero nunca habría sido escrito si su padre no me hubiese abierto las puertas de Logos muchos años atrás. Estoy inmensamente agradecido a ambos por ello.

Portada del libro Nueva Asamblea de Filósofos
El libro gravita en torno a la revista francesa de alquimia La Tourbe des Philosophes (La Asamblea de Filósofos), fundada en 1977 por Jean Laplace, cuyo último número vio la luz en 1995. Está dividido en tres partes. La primera se dedica a la biografía de Jean Laplace; en la segunda, se expone una historia de la revista, centrada en su contenido y en los autores que contribuyeron a sus páginas. La tercera, que comprende alrededor de dos tercios del volumen, es una guía a la alquimia tomando como hilo conductor los artículos que se publicaron en ella, organizados de manera temática.
Jean Laplace consiguió para su proyecto el apoyo decidido del conocido alquimista francés Eugène Canseliet, que concretó ya en el primer número con unas extraordinarias Memorias Alquímicas, que continuaría en números sucesivos hasta completar un total de 13 entregas, solo interrumpidas por la enfermedad que acabó con su vida en abril de 1982. Un documento extremadamente valioso para conocer detalles de su vida y obra que no se encuentran en ninguna otra parte, incluida su relación con el enigmático alquimista francés que escribió bajo el seudónimo de Fulcanelli. La revista sirvió a lo largo de los años como un medio de expresión de un verdadero círculo hermético, del que Canseliet fue un poderoso centro de fuerzas. Sin grados ni carnets, basado en el amor por la verdad, el respeto y la Tradición. Sus integrantes siempre se expresaron de acuerdo con ella, pero lo hicieron mediante un lenguaje renovado, sensible al mundo que les rodeaba, el de la segunda mitad del siglo veinte. No en vano muchos de ellos, como su mismo fundador, eran entonces jóvenes que no alcanzaban o apenas sobrepasaban los treinta años.
Tres décadas después de la desaparición de la revisa, el propósito principal de este libro ha sido devolver la voz a aquellos intérpretes de la tradición alquímica. Y, al igual que ellos lo hicieron en su momento, he procurado contextualizar y completar sus enseñanzas, cuando me ha parecido necesario hacerlo, recurriendo a conocimientos que han sido divulgados a lo largo de este tiempo. El libro es en cierta manera un florilegio alquímico anotado, y, como todos ellos, es fruto de la intención del autor. Y no puede ser de otra manera. Es muy probable que otro hubiera seleccionado artículos de la revista distintos a los elegidos por mí, pero he procurado en todo caso hacerlo tomando como guía aquellos aspectos que me han parecido recurrentes en sus páginas, los que constituyen los fundamentos de la alquimia tal y como ellos la interpretaron. Y no hay que olvidar que, como bien señaló Bernard Renaud de la Faverie, propietario y director de la ya desaparecida librería-editorial parisina La Table d’Émeraude, que pronto sucedió a Laplace como director de la publicación, la mayoría de ellos eran alquimistas practicantes.
Algunos de ellos ya no están entre nosotros, otros han abandonado esas actividades o han dejado de exponerlas en público, pero queda su palabra. Una palabra renovada en la que encontramos un sólido puente que permite acceder con mayor facilidad a la tradición alquímica. Si el libro tiene algún mérito, es solo el de haber sido eco de sus voces, en el que también reverbera el de los antiguos maestros.